Review | Warcry en Chile: Devorando Santiago
Ya sea en
el concierto, por el club de fans o por el meet and greet, todos querían poder
compartir con los españoles. Fue así como los fanáticos llegaron desde temprano
a un evento que prometía ser una magnifica jornada de metal en el Teatro Caupolicán.
Puntualmente
a las 19:00 hrs comienzan los nacionales Delta, quienes dieron un enérgico espectáculo
para los fans con canciones como “New Philosophy”, “Alone”
y “Regrets”.
En un show que contó con la participación de Paulo Domic (voz), en reemplazo del recién salido Rodrigo Varela.
Una hora después
el proyecto melódico Hidalgo se
tomaba el escenario, recibiendo una calurosa recepción del público y una gran
propuesta en escena donde la atención se centraba en el virtuosismo de cada
músico. La banda liderada por Gabriel
Hidalgo se lució tocando “Alturas”, “Infragilis”, “Lancuyen y “Kunturi”.
Víctor García toma la primera pausa y habla sobre el gusto
de estar acá, pero por sobre todo de su promesa de volver en menos de tres
años. Promesa cumplida, que sello con los acordes de “Contra el Viento”, clásico de la banda que mantuvo a todos cantando
y donde vieras habría fanáticos saltando y coreando cada una de las palabras
del vocalista asturiano. “Siempre”
mantuvo activo a los fanáticos, quienes en ningún minuto dejaron de canta,
sacando más de una sonrisa a los músicos con su impresionante entrega. Víctor
aprovecha las ganas de cantar de los asistentes y los hace jugar a imitar lo
que el haga con la voz.
“El Más Triste Adiós” vuelve a bajar de
golpe la intensidad, una movida brusca, pero que los fans igual disfrutan
cantando todos abrazados. Pablo se luce con los leads en la
guitarra a medida que avanza el tema, mientras que Yugueros se divierte haciendo trucos con sus baquetas a medida que
el show avanza. La banda toma una pausa y en la oscuridad comienza la intro de “La Maldición del Templario”, donde los fanáticos recitaron de forma
exacta las frases del comienza. Una vez que el track comienza la cancha vuelve
a la euforia habitual con todos saltando con los puños en alto. Un momento
fenomenal que termina con la pantalla de la banda yendo a negro, durante todo
lo que quedará del show.
Uno de los
momentos más esperados fue más mágico que de costumbre. Una pequeña fanática en
los hombros de su padre (suponemos) fue subida al escenario, donde ella canto
junto a Pablo y Víctor la clásica “Nana”.
Un momento de gran ternura y que la fanática, de quizás cinco o seis años, sorprendió
cantando con ellos la canción. Víctor
da un broche de oro al decirle “sí es la primera vez que te subes a un
escenario, créeme que no será la última”. Si los fans no paraban de
aplaudir con este acto, “Tu mismo”
fue el que termino de sellar dicho momento. Warcry se luce en todo momento con su entrega y lo mismo hacen los
fans. Un show extenso y sólido hasta ese entonces que acaba con “Capitán Lawrence”.
Ambas
fueron presentaciones de gran técnica y destreza que lograron entretener al
público y que fueron debidamente ovacionadas. Sin embargo, la hora de la verdad
llego puntual a las 21 hrs.
Con una
pantalla en el fondo del escenario se pasaba un pequeño clip de introducción,
donde se presentaban uno a uno a los miembros de la banda. Este llamado de
atención sirvió de distracción para que cuando las luces se encendieran la
banda ya estuviera en posición y lista para comenzar con “Quiero Oírte”. La respuesta de los asistentes fue al instante,
cantando y saltando en todo momento, con tal energía que el calor en el recinto
aumentaba con el paso de los minutos. Warcry
sale con un sonido sólido, que permite distinguir muy bien a cada uno de los
instrumentos, y que con el inicio de “Nuevo
Mundo” los fans ya sabían que hacer. Una entrega única en los dos temas,
donde sí o sí tenías que cantar, debido a que la banda pasaba el karaoke de
dicho single en la pantalla.
“Alma de Conquistador” comenzó gracias a
los “eh eh eh” que Víctor logro hacer que el público
hiciera. Con un lead demoledor en la guitarra de Pablo García y el complemento en los teclados de Santi Novoa, un dúo que maravilla
siempre a sus fanáticos. La propuesta visual es demoledora con la imagen de un
campo de batalla en el fondo, sin embargo, la ovación cae con el veloz final
realizado por la banda. Una pequeña
pausa, que al parecer es para solucionar unos problemas con el teclado (pese a
que suena fenomenal), que aprovecha Pablo
y Rafael Yugueros para jugar con los
fanáticos interpretando canciones como “The
Grange”, “Symphony Of Destruction”
y “Master Of Puppets “.
Con todo
solucionado Novoa se alía nuevamente
a Pablo y dan el inicio a “Coraje”, que permitió a los presentes
acompañar a la banda con los puños en alto, mientras los músicos se lucen con
los leads. Víctor saca a relucir lo
mejor de su voz en esta entrega y el público acompaña moviendo sus manos de
lado a lado. La velocidad vuelve gracias a “Huelo el Miedo” que hizo a los fans saltar en todo momento y
quienes cantaron a todo pulmón el coro de dicha canción. El doble pedal a manos
de Yugueros retumba en todo el
recinto, en una demoledora entrega de los españoles.
Una nueva
pausa le da a Víctor el momento de
hablar sobre el proceso de creación de esta canción, “Cobarde”, que mantuvo cantando y saltando a todo el público. El sonido
del teclado siempre destaca en la canción, hasta que llega Pablo y con sus solos de guitarra logra los aplausos antes del
termino con todos gritando “¡Cobarde!”.
“En un Lugar Sin Dios” aparece con
sus características campanadas haciendo saltar a todos. Víctor se turna para recitar la canción con los fanáticos, pero el
momento de la contemplación llega con el brutal solo que da Pablo García. Una buena continuación de
temas que dejo más que satisfechos a los presentes.
Con fondo
negro se da inicio a “Devorando el
Corazón”, siendo el teclado de Santi
el lead principal en escena. Jugando con los cambios de tempo, el público se
vuelve eufórico con los momentos rápidos, entrando en el dilema si acompañar
con los puños o mover las manos de lado a lado. Un momento que hizo vibrar todo
el Teatro Caupolicán con las voces
de los fanáticos. La banda se toma un momento de seriedad para presentar “Un Poco De Fe”, single que dedicaron a
los fanáticos y que pidieron la máxima colaboración para recordar siempre el
momento. Los presentes acompañaron sin celulares, saltando y cantando con la
banda, para que después ellos aplaudieran la entrega de sus fans.
“Keops” se hace presente siguiendo la
tónica de canciones con tempos distintos. Con su sonido envolvente, los fans
acompañan con el puño en alto a la banda. Sin embargo, quien se roba la
película es Pablo García, quien
imita a las poses clásicas de los egipcios, además de sellar con su maestría en
la guitarra, luciendo con un solo que en gran parte hace con una mano y luego
termina el solo con su instrumento en la nuca. “Ardo Por Dentro” comienza con Santi
a la cabeza, pero con el cambio de ritmo la gente salta y desata el caos
nuevamente en la cancha. Varios fanáticos en los hombros de sus amigos y otros
sin polera acompañan a los músicos para cantar a todo pulmón el coro. El cierre
se da de gran manera, con Víctor
dirigiendo los aplausos de los fans al ritmo de la música.
Los aplausos
y gritos no se hicieron esperar, al contrario de la banda, que se demoró cinco
minutos en regresar al escenario para un encore.
Resumiendo, este momento, fue simplemente un momento de canto y pasión por
ambas partes. “Amor De Una Madre” y “El Guardián De Troya” se hicieron
presentes desatando la euforia de los fanáticos, quienes al final se dan el
lujo de pedir a la banda “Hoy Gano Yo”. La banda accede y da un cierre a un
show de lujo para los fanáticos.
Warcry se lució durante dos horas veinte minutos, un
show extenso y que tuvo momentos rápidos y lentos. Lo que deja este show son
sonrisas, cientos de fanáticos felices de ver un show sin igual y con una
entrega única, donde poco importo que hubiera pantalla o no. Así es Warcry y sus fans, un show de pura
pasión donde todos, incluidos Delta
e Hidalgo, estuvieron a la altura de
la situación.
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