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Mostrando las entradas etiquetadas como Ai-Apaec

Nervosa en Lima: el poder del thrash metal brasileño se adueñó del festival Ai-Apaec

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T ras dos años de un anuncio frustrado, las féminas de Nervosa pisaron tierras peruanas para ser parte de la primera edición del AI-APAEC que contó con un cartel de lujo encabezado por la banda de thrash metal canadiense Sacrifice . Pasada las 8:30 de la noche, el poder del metal extremo femenino se apoderó del escenario con Fernanda Lira (voz/bajo), Prika Amaral (guitarra/coros) y Pitchu Ferraz (batería) que se robaron los aplausos del público, así como los desatinados gritos de contenido sexual de los efervescentes metaleros (como si nunca hubieran visto atractivas mujeres en sus vidas).   Sin preámbulos, la banda originaria de Brasil abrió el show con “Twisted Values”, tema de su álbum de estudio “Victim of Yourself”. Al ser la primera vez que las vi en vivo, mi sorpresa fue grande: realmente son un trío endemoniado que agita a las masas, en especial Fernanda que sacudía su cabello y lanzaba atrevidas miradas mientras cantaba y tocaba el bajo con tremenda energía. Ade...

Pentagram en Lima: el ritual de metal extremo que paralizó el festival Ai-Apaec

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Metal extremo a la vena.  Pentagram  se devoró el escenario del AI-APAEC luego del brutal concierto del grupo peruano  Anal Vomit  que calentó motores para la llegada de los chilenos. El frío y el cansancio de estar horas parados quedaron en el olvido ante la presencia del vocalista Anton Reisenegger y compañía que retornaban a tierras nacionales tras su presentación en 2015. Nuestra atención se mantuvo de principio a fin. Y es que al escuchar “Spell of the Pentagram”, agresivo tema de su primer demo lanzado en 1987, logró que mandáramos al diablo cualquier molestia a punta de headbanging. Con tantos años de experiencia en la escena del metal, el cuarteto no tuvo que hacer mucho para que los espectadores armaran el moshpit con el segundo bombazo: “Horror Vacui”. Tras escuchar ese riff del intro tan punzante y afilado, esa batería igual de demoledora que el bajo y sumando el grito de guerra de Anton, nuestros oídos no estaban listos para la siguiente inter...