Columna de Opinión | El comienzo del fin…
“¿is this the end of the begining or the begining of the end?”.
Frase profética que marca el
comienzo del último disco de quienes hoy lamentamos su pronta partida. Nunca se
supo cómo o cuándo empezó, pero ahora que sabemos que va a terminar sólo
queremos que nunca llegue ese momento.
Cuando Black Sabbath anunció su último disco, “13”,
fue una gran alegría para todos. Sin embargo, cuando anuncian su última gira es
inevitable la nostalgia. Muchos pudieron verlos en vivo, a lo largo de sus 48
años de carrera, otros no tuvieron ni tendrán dicho privilegio luego de su
fecha final. No obstante, todos disfrutamos de su música y todos tenemos algo
que decir.
¿Recuerdas
la primera vez que conociste a Black
Sabbath? Yo sí y nunca lo olvidaré. ¿Por qué no lo olvidaré? Probablemente por
el trauma que me genero ver a los diez años la portada de su mítico primer álbum,
Una mujer de mirada tétrica que me miraba fijamente. No sabría que años más
tarde, dicha portada sería la de una de mis discos favoritos.
Luego de
ese primer encuentro tuvieron que pasar un par de años para encontrarme por
primera vez con el sonido de Black
Sabbath, la mágica “Iron Man”, en mi caso. Era distinto
a escuchar Iron Maiden, banda que
escuchaba en ese entonces. El tipo que cantaba parecía no tener una buena voz,
y el sonido de la guitarra era oscuro y más lento que “The Number Of The Beast”.
A final de cuentas daba igual, porque ese grupo tenía algo especial.
A medida
que fui creciendo, fui entendiendo quienes eran estos tipos llamados Black Sabbath. Quizás esa es mi gran desventaja, y la de muchos
fanáticos, no haber nacido en el momento indicado para escucharlos debidamente,
pero la música no tiempo ni edad que la detenga. Cuando dimensionas quienes son
estos ingleses no cabe duda que quieres escuchar más y más de ellos. Ojalá hubiera
más discos que escuchar, pero al menos, todo lo que tenías de la formación
original era más que suficiente.
Los años
van pasando para mí y el resto, ya no era Black Sabbath el centro de atención. Los
tiempos van cambiando y las cosas se dividían en Ozzy Osbourne y Heaven and
Hell, donde siempre estaba la eterna discusión de ¿qué vocalista es mejor?. Era
una estupidez que hacíamos con mis compañeros en la escuela, sólo para años más
tarde darnos cuenta de lo mucho que los extrañaremos cuando ya no estén.
Ozzy Osbourne está lejos de ser el mejor vocalista del mundo
(seamos sinceros), pero bendito sea el destino (o el diablo) que lo reunió
junto a Tommy Iommy, Geezer Butler y Bill Ward. Un trio que no entendía porque su mezcla de blues y jazz no resultaba y decidieron experimentar con “música
que diera miedo” (Según han dicho en entrevistas). Sorprende como una
idea por conseguir público termino volviéndose un fenómeno musical global.
Siempre se
discute si ¿son realmente los padres del
metal?. Todos tenemos nuestras opiniones y quizás nunca lleguemos a estar
de acuerdo, pero nadie nunca negará que la cosa no habría sido igual sin ellos.

Muchas
bandas continúan vivas tocando las mismas canciones de siempre por largos años,
porque nos da miedo o pena muchas veces ponerle el punto final a tanto
sacrificio. Sobre todo, en el mundo de la música metal, donde las giras de
despedida son un gran éxito comercial (y aun así adoramos a Scorpions y Faith No More). Pero es tanta la seriedad con la que se ha abordado
está que quizás aún no queremos aceptarlo.
El mundo
nunca se imaginó la música con Black
Sabbath, hoy en día no imaginaríamos el metal sin ellos. Es sorprendente la
huella que deja esta banda, y aun así no soy capaz de dimensionarlo en su
totalidad. No existía para ver su nacimiento y apogeo (tengo sólo 21 años),
quizás por eso yo y muchos más fans sólo admiramos y no discutimos mucho sobre
su estatus de leyenda. La gente que logro vivirlo no sabe realmente como fue su
impacto, porque muchos de los que leen esto no vivieron en Inglaterra, más específicamente
en Birmingham, para saber lo que significo. Muchos de nosotros podemos ser
músicos, aficionados o profesionales, pero no somos los músicos o bandas que
recibieron la influencia directa de estos ingleses.
Imagínate
que Judas Priest hablaba de los “Metal
Gods”, ósea para todos los que creemos que dicha banda son los dioses
del metal estábamos equivocados, porque ellos le cantan a otros dioses. ¿Hay
algo más grande? Quizás Black Sabbath
era esa deidad.
La partida
de Black Sabbath de la escena
(activa) del metal es algo significativo y simbólico a mi parecer. El origen
llega a su fin. Quizás esa es una manera de entenderlo, o tal vez es la muerte
del metal, quien sabe. Yo creo que esto era lo que necesitaba la escena
mundial. No lo digo porque quiero que la banda se separe, de hecho, creo que
nadie querría eso. Lo digo por lo que esto puede significar.
Cuando algo
muere o se va, siempre deja algo y trae algo nuevo. Eso quizás falta en el
metal. Este es el principio del fin, para que después venga un nuevo comienzo,
un nuevo renacer o auge del metal tal vez.
Quiero ver
con esa perspectiva este “fin”, que ha denominado la banda. Porque
con cada fin viene algo nuevo. Acá en Chile
el fin de nuestra relación con Black
Sabbath, la última vez que los veremos, será el 19 de noviembre. Todo fin trae algo nuevo, para mí eso es
significativo, porque en esa misma fecha, pero hace 18 años atrás, nacía una
persona especial para mí, mi hermana.
Sin
embargo, el fin de esta historia se está escribiendo. Tal vez estoy siendo “Paranoico”,
pero es normal, porque no soy un “hombre de hierro”. Solamente estoy contemplando
“detrás
del muro muro de los sueños” está “guerra de cerdos”, que se compone de
un “Aquelarre
Negro” y “Los niños de la tierra”. Tal vez las “Dulces hojas” traigan “cambios”,
junto con “Hadas que visten botas”. Porque al final del día, en este “Mundo
Cruel”, sólo espero a “El Mago” para que con su “ensalada
de rata” me haga “nunca decir morir” mientras que con su
música llegue al “Pueblo dormido” que está “en el
fin del comienzo”.
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