LEYENDAS DEL ROCK: 10 DE AGOSTO.

Sábado 10 de Agosto. Para mí suponía el día más tranquilo del festival, ya que la traca fuerte había sido desde mi punto de vista, el día anterior. Así que se avecinaba una jornada cargadita, pero más relajada. Después de comer embutido de Salamanca, gracias a una afable invitación, volvimos al campamento ya preparadas para la juerga. Sobre las siete menos veinte pasadas, puse pies en polvorosa con la única compañía de mi misma, y me marché a echar un ojo a Lujuria; a pesar de haberlos visto ya en un San Blas Rock.

Y allí estaban, subiditos sobre el escenario interpretando “Cae la máscara”, y haciendo sentir al público como una gran familia que se reúne para escuchar buena música. Dejando pasar por alto, la curiosa vestimenta de Óscar, me centré en la música. Como siempre, transmitían una fuerza y una fiereza animal. Haciendo mención a las diferentes banderas que ondeaban en las manos de los oyentes, Lujuria aclamaba el hecho de que la única nación existente es la del Metal. 

“Destino noche salvaje” y “Estrella del porno” formaron parte de un setlist que para no variar y como representación de sus letras hablan de Sexo, Drogas y el más puro Rock&Roll. Pero, el punto clave de la actuación llegaba con “Leyendas del Rock (es donde residen mis sueños)”, canción compuesta y dedicada en exclusiva al festival por parte de Lujuria y Manuel Seoane. Subiendo a Marco Rubio (uno de los organizadores), rompieron con los esquemas y revolucionaron aún más su concierto. “Corazón del heavy metal” fue la canción perfecta para terminar, aunque claro, la gente por pedir que no falte, y finalmente cerraron sus 60 minutos con la cover de V8 “Destrucción”.

Una vez terminada la actuación de los segovianos, me marché corriendo a la zona de prensa para poder ver de cerca a uno de los grupos que me habían atraído a la hora de ir al Leyendas: Belphegor. Desde hacía meses, me moría de ganas de ver a un grupo de Black Metal de cerca, y mira por donde mi momento se acercaba. Los encargados de poner todo a punto, terminaron de preparar el escenario y colocaron las bonitas cabezas de cerdo sobre él. Todo estaba listo para empezar.

Los austríacos, hicieron su esperada aparición recubiertos de sangre. Con miradas inescrutables, abrieron con “Blood Magick Necromance”. Los riffs agresivos de guitarras, el grave sonido del bajo y los rítmicos sonidos de una batería proveniente del averno, tiñeron el ambiente de satanismo y un puro Black Metal que adornaba el silencio. Sí, es que aún quedaba sitio para él.

“Hell’s Ambassador”, fue el segundo tema de su actuación, con la mirada perdida y guitarra en mano, Helmuth nos proporcionó para delicia de nuestros oídos, algunos de sus gritos más infernales acompañados de su satánica melodía. “Angeli Mortis De Profundis”, “In Blood- Devour This Sanctity”, “Impaled Upon the Tongue of Satan” y “Lucifer Incestus” fueron las canciones elegidas por los blackeros para su actuación. Finalmente, para cerrar y como excelente final para un show para mi gusto perfecto, y ante todo infernal: “Bondage Goat Zombie”.

Después, de una buena ración de Black Metal, tocaba relajarse (pero no demasiado) con una de puro Viking Metal. Ensiferum se apoderó del escenario y del Leyendas, desde el primer momento que aparecieron sobre él. Abriendo con “In My Sword I Trust”, algunas banderas finesas adornaban el aire y daban paso a “Guardians of Fate”. Trasladándonos a unos lugares lejanos y fríos, Ensiferum nos ofrecía “From Afar” junto a sus ritmos nórdicos y folkies, y la voz desgarrada de Petri.  Las melenas alocadas se movían salvajemente, y los rubios dieron paso a “Burning Leaves” con la fuerza y poder que les caracteriza.

“One More Magic Potion” acompañabada de un snipeet de “For Whom The Bell Tolls” de Metallica, “Ahti”, “Retribution Shall Be Mine”, “Lai Lai Hei”, “Stone Cold Metal” y “Twilight Tavern” nos recordaron su variado abanico de posibilidades que va desde el Folk, pasando por el Viking y el Power hasta el Melodic Death Metal.

Desde la zona de prensa, podía sentirse la fuerza que transmitían los fineses y el sentimiento con el que el público recibía aquel regalo de la música. Sin duda una sensación increíble para una servidora. Sin embargo, una vez ya fuera del “foso” la fiereza podía respirarse y recibirse por todos los poros de la piel de uno. Así, con la emoción y el corazón en un puño, la BSO de Star Wars, daba paso a “Victory Song”, la última canción de los nórdicos. Con caras largas y de tristeza, el público recibió el fin de una actuación que sin duda nunca olvidarían por su magia y poder para teletransportarnos a la lejana Finlandia. 

 Finiquitada la actuación de los nórdicos, llegó el turno de los míticos Accept. Los alemanes dieron comienzo a su show con “Hung, Drawn and Quartered”, su increíble melodía penetró rápidamente en los allí presentes que comenzaron a levantar sus cuernos como si les fuera la vida en ello.

“Hellfire”, “Restless and Wild”, “Stalingrad”, “Breaker” y “Shadow Soldiers” fueron algunas de las canciones elegidas para la primera parte de su actuación. Haciendo valía de su maestría y dejando atrás el típico tópico de la edad, el puro heavy metal alemán se hizo un hueco en el Leyendas. Un sonido nítido, con una estética muy “tachuela”, nos sacó un movimiento de cabeza a más de uno.


“Bulletproof” con su ya cotidiano duelo entre Wolf y Peter fue uno de los instantes más excitantes del show de los alemanes. “Pandemic”, “Princess of the Dawn”, “Fast as a Shark”, “Metal Heart” y “Teutonic Terror” conformaron la segunda parte de su setlist. Sintiendo el metal por las venas, y ya ocupando un sitio para WarCry, el público se quedó con ganas de más y pidió otra más. No obstante, no podía faltar la legendaria “Balls to the Walls” que cerró un concierto de casi dos horas de duración. Un punto para Mark Tornillo and company. 

Su cotidiana Intro se encargó de ponernos el bello de punta a más de uno, en tercera fila situada me encontraba rodeada de un montón de personas que contenían la respiración mientras esperaban a una de las bandas nacionales de más renombre, WarCry. Y así, uno a uno fueron apareciendo en escena “Alma de conquistador” de su séptimo álbum de estudio “Alfa”.


Víctor García, vocalista de la banda, nos recordaba que nunca hay que olvidar “La última esperanza” y “la muerte de un sueño”. Así, entre guitarras eléctricas y los graves sonidos del bajo, más de uno levantaba los cuernos al aire, acompañando ese movimiento con la elegancia de un buen movimiento de cabeza.

“Cobarde” nos aclaraba el lugar que se merecen todos los maltratadores: “Que el infierno se cebe con él…”. “Coraje” era la sexta canción de un setlist que prometía y que nos ofrecía un buen rato en compañía de otras personas, de las que te sentías un hermano metalero. Fue el turno entonces de “Aire”, tema proveniente de Alea iacta est, que revolucionó aún más a un público ansioso por escuchar y saborear más Warcry. 

“A veces te sientes un poco…Perdido”, así introducía Víctor con su hermosa voz, el tema “Perdido”, que fue acompañado por “Un poco de fe”. Por fin, llegó uno de los momentos más esperados con el estreno y presentación de su nuevo trabajo “Inmortal”, a través del single “Quiero oírte”. WarCry sonaban como siempre, pero sin perder esa magia que los caracteriza y te engancha a su música, más metal del bueno señores.

“Devorando el corazón”, “Nuevo mundo”, y “El amor de una madre” nos ofrecieron otro buen rato de buena música, buen sonido y ganas de luchar. Pero sin duda, la última de las tres, provocó el alzamiento de más de un mechero entre los allí presentes, y alguna que otra lagrimita.

“Ardo por dentro” y “Amistad” vaticinaban el final de un concierto, que para nada queríamos que acabara.  Y si, allí estaba el fin con la ya habitual “Hoy gano yo”, de ese modo con ganas de vencer y seguir adelante, WarCry abandona el escenario haciendo una cover de “Todo tiene su fin” de Medina Azahara. Los asturianos, ofrecieron un show espléndido de principio a fin que arrancó más de una sonrisa y un grito de guerra de satisfacción. Porque, permitirme decir que no hay nada más impactante que escuchar a miles de personas unidas por un mismo grito de guerra. Hasta el próximo Leyendas, WarCry.

Para mi desgracia, el hambre y las ganas de refrescarme la garganta eran más fuertes que las de ver a Ñu. Así que haciendo caso omiso a la actuación de Saratoga (grupo que no me gusta. Perdonadme), desaparecí durante un rato y volví al recinto, para ver a los ya legendarios Obus que se encargaban de cerrar un festival más que perfecto. Allí estaban pues, el Fortu y compañía, otorgando al Leyendas el toque antiguo y elegante al apartado nacional (junto (Medina Azahara).


Dando un espectáculo colosal y de diez, Carlos Mirat ofreció un diosal solo de batería que sorprendió a más de uno. Y así, Paco con su guitarra y Fernando con su bajo, nos regalaron también dos increíbles solos. “¡Prepárate!” fue uno de esos míticos temas suyos que arrancó el unísono coro del público.

Antes de finalizar subieron al escenario a dos muchachas, para que Fortu filtreara con ellas. Y así, entre notas musicales, metal, metaleros, cerveza, calimocho, sonidos graves, sonidos agudos, césped y un fresquito propio de Villena, el Leyendas se sumió en la noche y se despidió con gritos y aplausos hasta su próxima edición.



Texto: Pilaria Shephard.
Fotos: Salvador Villa y Marta Errea (www.rafabasa.com

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