Whiplash: La imposición del dolor en Lima

Por: Erika Martinez

El Centro de Convenciones “Niza” fue, para sorpresa de no pocos, el lugar escogido para recibir anoche a la legendaria banda americana de thrash metal, Whiplash. La ironía de que este local estuviera rodeado de personas amantes del género fue indicio de que esta poderosa identidad era capaz de apropiarse de cualquier lugar y marcarlo con destructores pogos; dando, de esta manera, una bienvenida a nuestros invitados como solo ellos se merecían.

Cerca de las diez de la noche, las bandas peruanas de thrash metal “Purgatorio” y “Black Fire” abrieron el concierto con temas propios, generando así, el frenesí tan característico de un pogo metalero. Finalmente, temas de la banda, también peruana, Cobra, cerraron el calentamiento previo al momento más esperado de la noche con el regreso del verdadero heavy metal.

12:40 pm. Por fin, Whiplash subió al escenario; y, a pesar de las fallas de sonido que interrumpieron su presentación, la motivación constante de los fanáticos, que gritaban incansablemente el nombre de la banda, fue suficiente para que el show continuara. Canciones como “Killing on Monroe Street” y “Stagedive” estuvieron entre las primeras que tocó esta poderosa y, a la vez, humilde banda; seguidas por palabras del vocalista, Tony Portaro, quien agradeció el gran recibimiento y mostró un claro gusto por la cerveza al brindar con su público: “Salud, Lima, Peru!” fue la frase que emocionó al público, dentro del cual, un eufórico fan se atrevió a responderle con un “Salud, mother fucker!”.

Siguieron temas como “The Enemy”, que fue cantada por el bajista, Dank Delong; así como “This” y “Walk The Plank”. “Thanks! Good night!” fue la forma en la que se despedía la banda; no obstante, el público quería más, por lo que emitió un prolongado llamado que logró su cometido: ¡Whiplash regresó!, y esta vez, si es que era posible, con mucha más fuerza: “Power Thrashing Death” y “Nailed to the Cross” fueron las canciones escogidas para darle un perfecto cierre al concierto. “Thanks for inviting us to your beautiful country! We love you all! We love Lima, Peru!”, Whiplash se iba realmente, no sin antes tomar fotos a sus eufóricos fans (digno momento de una frase como “¡Pa’l face!”). De esta manera, culminó un gran espectáculo; a cargo de una banda que, indudablemente, supo cómo inyectarle una doble dosis de thrash metal a su público.